Mater natura, viva y
muerta,
en el arropo existencial
de todos ...ínter vivos.
Seres embutidos en tu
sabiduría, cierta.
Aquí, en tus dominios
duraderos
de exquisitos placeres,
y constantes,
a lo largo del camino
perecedero.
Vueltas, vueltas, vueltas y más vueltas.
La Tierra, el Mundo, el Cosmos, la Sangre.
El Ser Humano al cazador
captura,
el cazador a la presa
acecha
que ésta hacia otra
represa
y el Hombre que a sí se apresa.
Del suelo hacia arriba, más arriba,
surge la molécula
violentamente empujada
a la superficie donde
nuevamente
se impulsará en
situación trampolínea
en un paseo libre e
ingrávido
que acaba arrojada
ayuso
para abajo, más abajo, ¡al suelo!
Al comienzo ...ab initio
con la explosión gigantesca ...dei gratia
a cuya danza bailaron
los planetas ...ex abrupto,
jóvenes y voluntariosos,
alrededor de las estrellas.
El sinuoso contacto a la vida,
aguardando aquélla, con
su abrazo bien agarrado,
en los inerciáticos
giros, y más giros,
que quiere acabar:
¿cómo?; ¿dónde?; ¿cuándo?
Ese remolino de rocas ardientes
cobijo imperioso de todo
y de nada
al que nuestra movible
alma
fuerte se aferra y
...esperanzada.